La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) no es la única a la que se puede someter a un vehículo. Existen otras que también deben superarse en ciertos casos para garantizar la seguridad de un automóvil.
Así lo recuerda la patronal Aeca-ITV, que ha elaborado una lista de las distintas inspecciones que se pueden llegar a exigir para circular con un vehículo.
Reformas: incluyen cualquier incorporación o sustitución de elementos, así como la modificación de la carrocería. Todas ellas deberán ser homologadas. Estos cambios están reflejados en el Manual de Reformas de Vehículos de marzo de 2018. Los profesionales mecánicos deberán contar con el marcaje de las piezas y el certificado del fabricante. Además, si la reforma es muy compleja, puede requerir un proyecto técnico.
Inspecciones previas a la matriculación: son necesarias para los vehículos no matriculados procedentes de cualquier país; para los matriculados procedentes de la Unión Europea; traslados de residencia a España; a los que no se les aplique obligatoriamente la homologación CE; los procedentes de subastas; o los del cuerpo diplomático.
Inspecciones técnicas a vehículos accidentados: su objetivo es comprobar, de forma voluntaria u obligatoria, que un vehículo ha sido restituido a sus condiciones originales tras un accidente severo.
Vehículos históricos: para catalogar un vehículo como histórico será necesaria una prueba que determine su estado y antigüedad, así como que puede circular.
Inspecciones de pesaje: para comprobar el peso del vehículo.
Duplicados de ficha técnica: pueden necesitarse por varias razones, como pérdida, sustracción o deterioro de la ficha. Se realizan en una estación de ITV.
Cambios de destino: para reflejar en la tarjeta de inspección técnica el uso del vehículo.
Diligencias en fichas técnicas: inspecciones para realizar correcciones o anotaciones varias en las tarjetas de inspección técnica.
Inspecciones técnicas voluntarias: son las que se realizan para realizar la ITV antes del plazo requerido para conocer el estado del vehículo.