Siete años de inmovilización de un vehículo en un taller y una deuda de 4.900 euros. Así comenzaba el juicio a un establecimiento de reparación de León, acusado de falsedad documental por el dueño del automóvil. Terminó con una absolución en Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, tras haber obtenido otras dos previamente en otros tantos tribunales.
Los hechos se remontan a un accidente entre dos turismos, cuyos propietarios firmaron un parte amistoso el 27 de julio de 2013. Poco después, uno de los propietarios dejó su coche en este taller leonés para ser reparado. Sin embargo, tras los arreglos, el seguro no asumió los gastos del siniestro “por no haber ocurrido en las circunstancias declaradas en el parte de accidente”, según recoge el digital Leonoticias.
La factura por la reparación ascendía a 4.900 euros y, al no haberla abonado nadie, el vehículo quedó retenido en el taller. Por su parte, el denunciante insiste en que el taller tomó la decisión de reparar todo el frontal del vehículo sin previa autorización, pues el propietario del coche pidió que reparasen solo los daños causados por el accidente, aunque no rellenó documento alguno.
La sentencia considera que “en ningún caso el responsable del taller decidió unilateralmente reparar sin consentimiento del dueño, con el gasto que eso supone” todo el frontal del vehículo, sino que el denunciante “al no lograr que la compañía aseguradora se hiciese cargo de la reparación decidiera no abonar su importe al taller“.