Es uno de los elementos más vulnerables a los cambios de temperatura y también la principal causa de avería en invierno. La batería protagoniza una de cada cinco reparaciones en esta época del año, según un estudio de Acierto.
Detrás de la batería se encuentran otras causas como los fallos del motor, de la calefacción y las relacionadas con el líquido refrigerante. En cuanto al motor, lo habitual es que estos problemas se produzcan por el tiempo que necesita el vehículo para que el motor, el aceite y el líquido de dirección lleguen a cierta temperatura. También son comunes los fallos por falta de lubricación.
Respecto al líquido refrigerante, puede encontrarse en mal estado, por lo que resultaría necesario cambiarlo. Se trata de una operación económica, sobre todo si se tiene en cuenta que, de no realizarse, puede romperse la culata del motor, una avería cuya reparación puede llegar a los 3.000 euros.