Los concesionarios del futuro tendrán poco que ver con los actuales. Además, serán muchos menos que ahora. Estas son dos de las principales conclusiones del XX Informe Global sobre Automoción (GAES) de KPMG, que analiza El Economista.
En concreto, el informe indica que el número de estos centros se reducirá entre el 30 y el 50% hasta 2025. Esto significa que la mitad de los concesionarios podría desaparecer de aquí a seis años. En España existen actualmente unas 2.200 empresas de este tipo, algunas con varios puntos de venta.
El informe se basa en una encuesta realizada a cerca de 1.000 directivos de la automoción y la tecnologías, así como a 2.000 consumidores de todo el mundo. Cuatro de cada cinco se muestran muy de acuerdo en que la única salida que les queda a los concesionarios físicos es convertirse en fábricas de servicios, centros de vehículos usados o adoptar un punto de vista que permita identificar en qué punto se encuentra el cliente y ofrecerle una experiencia a medida (gestión de ID).
Otro aspecto interesante de este informe prevé que, en 2040, el 30% del parque móvil mundial será eléctrico de batería, el 25% híbrido, el 23% eléctrico de pila de combustible de hidrógeno y el 23% de combustión interna.
Por su parte, los consumidores consultados apuntan que los híbridos serán la primera elección a la hora de comprar un coche, seguidos por la gasolina o el diésel. Así, demuestran menos interés por los vehículos eléctricos, tanto de batería como de pila de combustible.