La ITV manda al taller a uno de cada cinco vehículos en su primera visita. Los últimos datos de Aeca-ITV así lo indican: el 20,9% de los automóviles inspeccionados en 2018 no consiguió pasar la inspección a la primera. Además, el número de inspecciones aumentó en 2018 el 2,52% respecto al año anterior, hasta situarse en 20.714.602 visitas a la ITV.
Durante las inspecciones se detectaron hasta 8.385.076 defectos graves, que son los que imposibilitan que un vehículo se considere apto para poder circular. Esto explica en parte la elevada tasa de rechazo en las inspecciones. El promedio de fallos graves detectados por vehículo rechazado es de 2,5 por automóvil.
De esos defectos graves, prácticamente uno de cada cuatro tiene que ver con alumbrado y señalización, y uno de cada cinco, con ejes, neumáticos y suspensiones. Además, el 16,2% están relacionados con un exceso de emisiones contaminantes y los frenos protagonizan el 13,3% de los fallos graves.
El envejecimiento del parque, con una antigüedad media superior a los 12 años, es la principal razón por la que ha aumentado el número de vehículos obligados a pasar la ITV cada año. Además, la colaboración entre la DGT y Aeca-ITV ha permitido un mayor control para detectar a través de las cámaras y radares implantados a partir de 2018 cuándo un vehículo tiene pasada la ITV.
En cualquier caso, resulta preocupante el alto nivel de absentismo, es decir, de vehículos que circulan sin tener la ITV vigente, que se sitúa en el 20%. Desde Aeca-ITV ponen el foco de atención en el llamado transporte de última milla y motocicletas o ciclomotores.
Por último, según el tipo de vehículo, los que más defectos graves presentaron fueron camiones, remolques, semirremolques, autobuses y furgonetas. Estos automóviles presentaron una tasa de rechazo cercana al 30% en estos casos.