La falta de presión es una de las principales causas de averías de la bomba de aceite. También lo son la existencia de partículas extrañas en el circuito, el deterioro del filtro de aceite o una mala instalación de la propia bomba. Para poder reparar estos fallos, es preciso identificar su origen y los motivos que los han provocado.
La primera señal que indica un posible fallo en la bomba o el circuito de aceite es el encendido del testigo luminoso situado en el cuadro de instrumentos. Este se ilumina si hay un problema de presión o de caudal. Si el problema es grave, también se encenderá el testigo de fallo en el motor.
A la hora de identificar si la posible avería de la bomba de aceite reside en un problema de presión, la Red Operativa de Desguaces Españoles recomienda seguir estos pasos:
Verificar que el cárter se encuentra en buenas condiciones: para ello, hay que comprobar el nivel de aceite y controlar que la varilla de medición y el propio aceite sean los adecuados.
Comprobar la presión del bloque motor: así se verifica que el motor, efectivamente, está accionando la bomba y que sus indicadores funcionan adecuadamente.
Controlar la colocación y las funciones de la bomba: hay que ver si el eje de la bomba, o si el intermedio entre el eje y el distribuidor, están en buen estado. También se debe comprobar que la colocación de la bomba es la adecuada y que todos sus tornillos están bien ensamblados. Controlar finalmente si hay restos de aceite en las superficies de montaje.
Asegurarse de que no hay partículas metálicas: retirar el cárter y verificar que no existan partículas metálicas en el módulo de aspiración de la bomba.