El anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética recientemente aprobado por el Gobierno no deja claro qué ocurrirá con los motores de combustión interna a partir de 2040. Sin embargo, sí suaviza el documento filtrado en noviembre, ya que no menciona la prohibición de los propulsores diésel y gasolina para entonces.
En cualquier caso, el documento establece que, en 2040, todos los vehículos ligeros serán de cero emisiones.
Según explicó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, “no se introduce ningún tipo de prohibición, pero sí la redacción literal que hace la Comisión Europea para los vehículos ligeros, que debemos garantizar que sean cero emisores de CO2 en 2040″.
Para garantizar ese objetivo, traspuesto directamente desde la estrategia de descarbonización de la UE para 2050, se desarrollarán un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2020-2030. También una estrategia de transición que dedicará 200 millones de euros anuales a inversiones durante una década para lograr unos objetivos de descarbonización que el Gobierno ve “plenamente factibles”.